Ante la situación política y social que se vive estos días en Catalunya, el gobierno del Conselh Generau d’Aran quiere poner de manifiesto las siguientes cuestiones:
- Su reconocimiento al legítimo derecho de manifestación y opinión de la ciudadanía, como elemento básico del estado de derecho y de toda sociedad democrática.
- Su condena a toda forma de violencia y a la alteración del orden público y de la convivencia.
- Su preocupación por las consecuencias sociales, políticas y económicas que provoca la desestabilización política de Catalunya.
- Su respeto por las resoluciones judiciales y por la separación de poderes, así como el derecho de la ciudadanía de opinar y criticar las sentencias, las cuales, al mismo tiempo, no nos hacen insensibles a la situación personal de los implicados e implicadas.
- La necesidad de recuperar el diálogo para superar las fracturas sociales, institucionales y políticas. En este sentido, resulta indispensable reencontrar el sentido de la lealtad institucional y del respeto a todas las sensibilidades políticas que conviven en nuestra sociedad.
- Aran ha sido siempre un territorio de acogida que se ha caracterizado por el respeto a los distintos sentimientos de su ciudadanía, a la vez que defiende su propia identidad.
- Una de las consecuencias de esta crisis es la parálisis institucional y política que afecta también, de forma directa, al funcionamiento del Conselh Generau d’Aran.
- Para Aran es indispensable recuperar la estabilidad para poder superar una situación política y financiera que se remonta al año 2011 y que ha castigado duramente a nuestra capacidad de autogobierno.
Por todo esto, el gobierno del Conselh Generau d’Aran reclama el regreso al diálogo político, a la estabilidad y al respeto a las leyes y al marco democrático como garantía de nuestra convivencia.